En el «problema final», la última aventura de Las memorias de Sherlock Holmes, Watson anunciaba la desaparición del «mejor y más inteligente de los hombres» que hubiera conocido. Y no solo los lectores, sino incluso la propia madre del autor, se negaron a que esto fuera así. Doyle resistió durante diez años la presión de su personaje. Hasta que una mañana, en la primavera de 1894, el doctor Watson cayó al suelo desmayado ante el asombro producido por una inesperada visión: su amigo Sherlock Holmes había vuelto a la vida.
Arthur C. Doyle
Arthur Conan Doyle nació en Edimburgo en 1859, en una familia donde casi todos destacaban en alguna actividad artística. En su ciudad natal se educó en una escuela pública y después pasó a un colegio de jesuitas, donde conoció bien a los prosistas latinos y a los clásicos ingleses, principalmente a Shakespeare. Posteriormente, estudió Medicina en la Universidad de Edimburgo hasta 1881. En 1886 termina de escribir Estudio en escarlata, donde definía el personaje de Sherlock Holmes, quien protagonizaría muchas de sus historias hasta 1926 (El signo de los cuatro, El sabueso de los Baskerville, Las aventuras de Sherlock Holmes...). No obstante, Doyle también creó otros personajes singulares, como el profesor Challenger (protagonista de varias novelas, entre ellas El mundo perdido), y escribió novela histórica, que según confesó era su máxima aspiración literaria. En 1902 recibió del gobierno el título de Sir, y falleció en 1930 en Crowborough (Inglaterra) de un ataque al corazón.
Asignatura
Temática
Policiaco - Novela Negra
Educación en valores
Empatía, tolerancia, justicia
Amistad, amor, lealtad
Aprendizaje, conocimiento, sabiduría
Educación para la convivencia